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- "Fuera de ti... donde ahora pareces encontrarte es muy lejos de tu casa, sin saber muy bien la dirección tras la próxima curva. Tus ojos son incapaces de posarse en los suyos más de unos segundos. ¿Confuso? las horas de sueño, el tipo de alimentación, qué poco importan ahora. ¿Y los demás?, desean ver cómo regresas (si lo haces) sano y salvo."
- "¿De qué hablas?"
- "Del síndrome de Estocolmo."
- "Ah, pensaba que hablabas de amor..."
- "Qué curioso."
- "¿De qué hablas?"
- "Del síndrome de Estocolmo."
- "Ah, pensaba que hablabas de amor..."
- "Qué curioso."
"Tus ojos son incapaces de posarse en los suyos más de unos segundos", qué cierto es, a veces casi tan cruel como excitante!
ResponderEliminarVolverá, nunca le gustó alejarse demasiado.
ResponderEliminarSe fue para resolver unos asuntos pendientes, pensó que no tardaría mucho en volver. Sólo tenía que desandar un pequeño trecho de camino recorrido para encontrarse con lo que buscaba. Pero andó un poco más de lo debido y despistó el camino de vuelta. Tuvo miedo al ver que se había perdido, y corrió para tratar de volver al punto de partida, pero se adentró demasiado en un camino que no conocía, tenía la impresión de que andandaba en círculos... Fue en ese trayecto donde perdió parte de su amor propio.
Ahora si que estaba perdido...
... Ayer me lo encontré, en su mirada ví un brillo especial, aún muy débil, creo que alguien le ha contagiado esa chispa. Me dijo que volverá pronto, me lo prometió, él jamás falta a su palabra.
Ya sabe como volver, pero está haciendo un camino, bien adoquinado, ancho y llano, por si alguna vez tiene que volver a deshacer el camino, encontrar sin dificultad la forma de regresar.
Todos deseamos su vuelta.